Volviendo del autodromo mi mente viajo hacia el infinito y más allá. Me imagine en una ruta, una ruta hacia quien sabe donde. La felicidad de ser la Pitching y yo, una sola. Un alma sola dividida en dos. Contra el viento, como siempre.
El no preocuparse por nada, estar lejos de todo lo que me hace mal. Yo y la ruta. Un mate, una guitarra, un libro, una cámara y música, mucha música. Cantar, sin molestar a nadie con las desafinadas. Pisar el acelerador a fondo. "
Pará Fangio" me diría mi padrino.
Le pidió un regalo a los reyes, un hombre que nunca, que nunca la deje sola.
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